Visualización, por David Miles, de "una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies... También apareció otra señal en el cielo; he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y doce cuernos, y en sus cabezas siete diademas... Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese." (Apocalipsis 12:1-4). En primera plana, el planeta Tierra. Por encima del planeta yergue el "gran dragón escarlata". Entre sus cabezas se ve la luna. La "mujer vestida del sol" está parada sobre la luna. Detrás de ella, el sol. Detrás del sol, la cola del "gran dragón escarlata" arrastra "la tercera parte de las estrellas del cielo...".
Vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo." Apocalipsis 13:1.
"Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" (Apocalipsis 10:10-11).
"La gran ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de Dios" Pintura por Ted Larson. Derechos reservados. theoson@earthlink.net
"Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel... Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio." (Apocalipsis 21:9-21)
"Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel... Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio." (Apocalipsis 21:9-21)
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